que es la dignidad según la biblia

DETALII PROIECTE
4 septembrie 2015

que es la dignidad según la biblia

| A ti te suplico, Señor. Este no tiene nada, no posee nada fuera de su dignidad de hombre. El Señor responde: «Por la opresión del humilde, | por el gemido del pobre, | yo me levantaré, | y pondré a salvo al despreciado». Con Dios haremos proezas, | él pisoteará a nuestros enemigos. El Señor te bendiga desde Sión, | el que hizo cielo y tierra. Todos los pueblos me rodeaban, | en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban cerrando el cerco, | en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban como avispas, | ardiendo como fuego en las zarzas; | en el nombre del Señor los rechacé. Tuyo es el día, tuya la noche, | tú colocaste la luna y el sol; tú plantaste los linderos del orbe, | tú formaste el verano y el invierno. (Kaf) Él no olvida jamás al pobre, | ni la esperanza del humilde perecerá. Mi alma se consume y anhela | los atrios del Señor, | mi corazón y mi carne | retozan por el Dios vivo. que hizo el cielo y la tierra, | el mar y cuanto hay en él; | que mantiene su fidelidad perpetuamente. La dignidad no depende de nada externo. Desead la paz a Jerusalén: | «Vivan seguros los que te aman. Te pidió vida, y se la has concedido, | años que se prolongan sin término. [BE - CS - DE - EN - ES - FR - IT - HU - LA - LV - PT - SW - ZH] DECRETO UNITATIS REDINTEGRATIO SOBRE EL ECUMENISMO . Yo, en cambio, seguiré esperando, | redoblaré tus alabanzas; mi boca contará tu justicia, | y todo el día tu salvación, | aunque no sepa contarla. Cuando los zifitas vinieron a decir a Saúl: «¿No está escondido David entre nosotros?». Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, | amaréis la falsedad y buscaréis el engaño? Lavo en la inocencia mis manos, | y rodeo tu altar, Señor. |Señor, tenle en cuenta a David | todos sus afanes: cómo juró al Señor | e hizo voto al Fuerte de Jacob: «No entraré bajo el techo de mi casa, | no subiré al lecho de mi descanso. PROEMIO. Levantan los ríos, Señor, | levantan los ríos su voz, | levantan los ríos su fragor; pero más que la voz de aguas caudalosas, | más potente que el oleaje del mar, | más potente en el cielo es el Señor. Para instrumentos de cuerda. Mira cómo amo tus mandatos, | Señor; por tu misericordia dame vida; el compendio de tu palabra es la verdad, | y tus justos juicios son eternos. Bendito sea el nombre del Señor, | ahora y por siempre: de la salida del sol hasta su ocaso, | alabado sea el nombre del Señor. Reyes del orbe y todos los pueblos, | príncipes y jueces del mundo. Haré germinar el vigor de David, | enciendo una lámpara para mi Ungido. De David. Los pastoreó con corazón íntegro, | los guiaba con mano inteligente. Será como un árbol | plantado al borde de la acequia: | da fruto en su sazón | y no se marchitan sus hojas; | y cuanto emprende tiene buen fin. | Ordenad una procesión con ramos | hasta los ángulos del altar. De los hijos de Coré. Ojalá esté firme mi camino, | para cumplir tus decretos; entonces no sentiré vergüenza | al mirar todos tus mandatos. Cuida la cepa que tu diestra plantó | y al hijo del hombre que tú has fortalecido. Trazaste una frontera que no traspasarán, | y no volverán a cubrir la tierra. | Porque allí manda el Señor la bendición: | la vida para siempre. Han fracasado los malhechores; | derribados, no se pueden levantar. (Lámed) El malvado pide prestado y no devuelve, | el justo se compadece y perdona. ¿Por qué han de decir los gentiles: | «Dónde está su Dios»? Cuando ponemos nuestra fe en Jesús escogemos creer que su venida a la tierra, sus milagros y su sacrificio en la cruz fueron una realidad y abrieron la puerta para que recibamos la salvación y la vida eterna. Sus ídolos, en cambio, son plata y oro, | hechura de manos humanas: tienen boca, y no hablan; | tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; | tienen nariz, y no huelen; tienen manos, y no tocan; | tienen pies, y no andan; | no tiene voz su garganta: que sean igual los que los hacen, | cuantos confían en ellos. ¡Aleluya! Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti | al ímpetu de tu ira? En mi corazón escondo tus consignas, | así no pecaré contra ti. La cólera humana tendrá que alabarte, | los que sobrevivan al castigo harán fiesta en tu honor. Te debo, Dios mío, los votos que hice, | los cumpliré con acción de gracias; porque libraste mi alma de la muerte, | mis pies de la caída; | para que camine en presencia de Dios | a la luz de la vida. Desde el cielo proclamas la sentencia: | la tierra teme sobrecogida, cuando Dios se pone en pie para juzgar, | para salvar a los humildes de la tierra. Tañed la cítara para el Señor, | suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, | aclamad al Rey y Señor. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, | el que espera en el Señor, su Dios. Pero el Señor ve el fondo de los corazones, sabe que mi intención era pura Este es el día que hizo el Señor: | sea nuestra alegría y nuestro gozo. Según la oda de Gat. Piensa: «Dios lo olvida, | se tapa la cara, no se entera». ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, | el ser humano, para mirar por él? Yo, en cambio, camino en la integridad; | sálvame, ten misericordia de mí. Inclinó el cielo y bajó | con nubarrones debajo de sus pies. Cuando tenía dieciocho años, Orígenes fue nombrado catequista en la Escuela catequética de Alejandría. No te reprocho tus sacrificios, | pues siempre están tus holocaustos ante mí. Levántate, Señor, hazle frente, doblégalo, | que tu espada me libre del malvado. El Señor ha jurado a David | una promesa que no retractará: | «A uno de tu linaje | pondré sobre tu trono. Desde el cielo me enviará la salvación, | confundirá a los que ansían matarme; (Pausa) | enviará Dios su gracia y su lealtad. Mientras el Todopoderoso dispersaba a los reyes, | la nieve bajaba sobre el monte Selmón». (Ayin) Los inicuos son exterminados, | la estirpe de los malvados se extinguirá; pero los justos poseen la tierra, | la habitarán por siempre jamás. Canción de las subidas. Aclama al Señor, tierra entera. ¡Ay de mí, desterrado en Masac, | acampado en Cadar! | Él mandó a nuestros padres | que lo enseñaran a sus hijos. Para ellos no hay sinsabores, | están sanos y orondos; no pasan las fatigas humanas, | ni sufren como los demás. El suicidio es el «acto de quitarse deliberadamente la propia vida». Una correcta definición de dignidad humana es fundamental para el respeto del ser humano. Tienen veneno como veneno de serpiente, | de víbora sorda que se tapa el oído. | Se han corrompido cometiendo execraciones, | no hay quien obre bien. |Alabad al Señor en el cielo, | alabad al Señor en lo alto. Pero tú, Señor, | Dios clemente y misericordioso, | lento a la cólera, rico en piedad y leal. María nació en Nazaret, Galilea, 15 ó 20 años antes del nacimiento de Cristo. Trata con misericordia a tu siervo, | enséñame tus decretos; yo soy tu siervo: dame inteligencia, | y conoceré tus preceptos; es hora de que actúes, Señor: | han quebrantado tu ley. Yo soy un pobre malherido; | Dios mío, tu salvación me levante. Por eso, que todo fiel te suplique | en el momento de la desgracia: | la crecida de las aguas caudalosas | no lo alcanzará. Dad la vuelta en torno a Sión, | contando sus torreones; fijaos en sus baluartes, | observad sus palacios, | para poder decirle a la próxima generación: «Porque este es Dios, nuestro Dios | eternamente y por siempre». Me estuvo bien el sufrir, | así aprendí tus decretos; más estimo yo la ley de tu boca | que miles de monedas de oro y plata. Reprime a la fiera del cañaveral, | al tropel de los toros, | a los novillos de los pueblos. En pago de mi amor me acusan, | aunque yo oraba por ellos; me devuelven mal por bien | y odio a cambio de mi amor. Para él, “la persona es la realidad más digna de cuanto existe” (Sum. Y dio su tierra en heredad, | en heredad a Israel, su pueblo. que el viento la roza, y ya no existe, | su terreno no volverá a verla. ¡Ojalá venga desde Sión la salvación de Israel! No ha llegado la palabra a mi lengua, | y ya, Señor, te la sabes toda. (Mem) Justicia y verdad son las obras de sus manos, |(Nun) todos sus preceptos merecen confianza: (Sámek) son estables para siempre jamás, |(Ayin) se han de cumplir con verdad y rectitud. Todos ellos aguardan | a que les eches comida a su tiempo: se la echas, y la atrapan; | abres tu mano, y se sacian de bienes; escondes tu rostro, y se espantan; | les retiras el aliento, y expiran | y vuelven a ser polvo; envías tu espíritu, y los creas, | y repueblas la faz de la tierra. Que fracasen y se pierdan | los que atentan contra mi vida, | queden cubiertos de oprobio y vergüenza | los que buscan mi daño. Al director. Entonces Israel entró en Egipto, | Jacob se hospedó en la tierra de Cam. Al Director. Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío; | da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte, | para que no diga mi enemigo: «Le he podido», | ni se alegre mi adversario de mi fracaso. No se acercará la desgracia, | ni la plaga llegará hasta tu tienda. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica | ni me retiró su favor. |A ti, Señor, te invoco; | Roca mía, no seas sordo a mi voz; | que, si no me escuchas, seré igual | que los que bajan a la fosa. ¿Hasta cuándo, Señor, estarás escondido | y arderá como un fuego tu cólera? Dios mío, me instruiste desde mi juventud, | y hasta hoy relato tus maravillas; ahora, en la vejez y las canas, | no me abandones, Dios mío, | hasta que describa tu poder, | tus hazañas a la nueva generación. INTRODUCCIÓN . Como quien se abre paso | entre la espesa arboleda. Oigo el cuchicheo de la gente, | y todo me da miedo; | se conjuran contra mí | y traman quitarme la vida. Oigo en mi corazón: | «Buscad mi rostro». La fe (del latín fides) es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión, [1] y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad. Pero tú, Dios mío, eres rey desde siempre, | tú ganaste la victoria en medio de la tierra. ¡Bendito el Señor por siempre! Dios ha dicho una cosa, | y he escuchado dos: | «Que Dios tiene el poder. Fiado en ti, me meto en la refriega, | fiado en mi Dios, asalto la muralla. hasta que encuentre un lugar para el Señor, | una morada para el Fuerte de Jacob». Los que el Señor bendice poseen la tierra, | los que él maldice son excluidos. Oración de Moisés, hombre de Dios. Sepan que tu mano hizo esto, | que tú, Señor, lo hiciste. Cántico. «Escucha, pueblo mío, voy a hablarte; | Israel, voy a dar testimonio contra ti; | —yo soy Dios, tu Dios—. Líbrame del enemigo, Señor, | que me refugio en ti. Lo oyó el Señor, y se indignó; | un fuego se encendió contra Jacob, | hervía su cólera contra Israel. (Pausa). Desde el cielo alargó la mano y me agarró, | me sacó de las aguas caudalosas. Lo hiciste poco inferior a los ángeles, | lo coronaste de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos. Se llenan de savia los árboles del Señor, | los cedros del Líbano que él plantó: allí anidan los pájaros, | en su cima pone casa la cigüeña. Despertad, cítara y arpa, | despertaré a la aurora. Goce el justo viendo la venganza, | bañe sus pies en la sangre del malvado; y la gente dirá: «¡El justo cosecha su fruto; | sí, hay un Dios que juzga en la tierra!». Sean como limaco que se deslíe al deslizarse; | como aborto de mujer, que no llega a ver el sol. Aplácate, dame respiro, | antes de que pase y no exista. |(Lámed) El recuerdo del justo será perpetuo. Sé tú mi roca de refugio, | el alcázar donde me salve, | porque mi peña y mi alcázar eres tú. Pones las tinieblas y viene la noche, | y rondan las fieras de la selva; los cachorros del león rugen por la presa, | reclamando a Dios su comida. |¡Aleluya. [1] Se llama «sumo sacerdote» a quien ejerce la máxima autoridad religiosa en algunas confesiones, normalmente como heredero de alguna tradición … Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí, | una banda de insolentes atenta contra mi vida, | sin tenerte en cuenta a ti. Y en otros lugares afirma que la dignidad del hombre, llamado a la bienaventuranza de la visión de Dios, ha sido manifestada de la manera más adecuada al asumir el mismo Dios la naturaleza humana (cf C. Gent. Llamó al hambre sobre aquella tierra: | cortando el sustento de pan; por delante había enviado a un hombre, | a José, vendido como esclavo; le trabaron los pies con grillos, | le metieron el cuello en la argolla. Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios | y extendido las manos a un dios extraño. en Dios confío y no temo; | ¿qué podrá hacerme un hombre? Aparta de mí tus golpes, | que el ímpetu de tu mano me acaba. ¡Que los sorprenda la muerte, | desciendan vivos al abismo, | pues la maldad habita en ellos! Dios hablaba ya de aniquilarlos; | pero Moisés, su elegido, | se puso en la brecha frente a él, | para apartar su cólera del exterminio. (Pe) Reparte limosna a los pobres; |(Sade) su caridad dura por siempre |(Qof) y alzará la frente con dignidad. PROEMIO. En Horeb se hicieron un becerro, | adoraron un ídolo de fundición; cambiaron su gloria por la imagen | de un toro que come hierba. Sondéame, oh Dios, y conoce mi corazón, | ponme a prueba y conoce mis sentimientos. Pero yo, como verde olivo, | en la casa de Dios, | confío en la misericordia de Dios | por siempre jamás. | Los confines de la tierra han contemplado | la salvación de nuestro Dios. Y yo me alegraré con el Señor, | gozando de su salvación; todo mi ser proclamará: | «Señor, ¿quién como tú, | que defiendes al débil del poderoso, | al pobre y humilde del explotador?». Le has concedido el deseo de su corazón, | no le has negado lo que pedían sus labios. Dichoso el hombre | que no sigue el consejo de los impíos, | ni entra por la senda de los pecadores, | ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, | y medita su ley día y noche. Los malvados merodean | mientras crece la corrupción entre los hombres. Pero yo invoco a Dios, | y el Señor me salva: por la tarde, en la mañana, al mediodía, | me quejo gimiendo. Señor mío, todas mis ansias están en tu presencia, | no se te ocultan mis gemidos; siento palpitar mi corazón, me abandonan las fuerzas, | y me falta hasta la luz de los ojos. Salmo de David. ¿Para qué aguanto yo todo el día | y me corrijo cada mañana? No guardaron la alianza de Dios, | se negaron a seguir su ley. Descansa solo en Dios, alma mía, | porque él es mi esperanza; De Dios viene mi salvación y mi gloria, | él es mi roca firme, Dios es mi refugio. Que canten de alegría las naciones, | porque riges el mundo con justicia | y gobiernas las naciones de la tierra. ¡Portones!, alzad los dinteles, | que se alcen las puertas eternales: | va a entrar el Rey de la gloria. Salmo. Antes de que echen espinas, como la zarza | verde o quemada, arrebátelos el vendaval. Pues temblarán de espanto, | porque Dios está con los justos. Oíd esto, todas las naciones; | escuchadlo, habitantes del orbe: Mi boca hablará sabiamente, | mi corazón meditará con prudencia; prestaré oído al proverbio | y propondré mi problema al son de la cítara. Me agitan mis ansiedades. Libro del Génesis. (Zain) Recuerda la palabra que diste a tu siervo, | de la que hiciste mi esperanza; este es mi consuelo en la aflicción: | que tu promesa me da vida; los insolentes me insultan sin parar, | pero yo no me aparto de tu ley. |(Álef) Dichoso quien teme al Señor |(Bet) y ama de corazón sus mandatos. 3 Será como un árbol | plantado al borde ... Júzgame, Señor, según mi justicia, | según la inocencia que hay en mí. Tú, Señor, estás cerca, | y todos tus mandatos son estables; hace tiempo comprendí que tus preceptos | los fundaste para siempre. Mis ojos despreciarán a mis enemigos; | y de los malvados que se levantan contra mí, | mis oídos escucharán desventuras. (Pausa). Flechas de arquero, | afiladas con ascuas de retama. Entraré en tu casa con víctimas | para cumplirte mis votos: los que pronunciaron mis labios | y prometió mi boca en el peligro. ¡Lo que queríamos!», | ni dirán: «¡Lo hemos devorado!». Escogió a David, su siervo, | lo sacó de los apriscos del rebaño; de andar tras las ovejas, lo llevó | a pastorear a su pueblo, Jacob; | a Israel, su heredad. De los hijos de Coré. me envolvían las redes del abismo; | me alcanzaban los lazos de la muerte. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, | postraos ante el estrado de sus pies: | ¡Él es santo! Emigraría lejos, | habitaría en el desierto, (Pausa). Diré a Dios: «Roca mía, | ¿por qué me olvidas? Cíñete al flanco la espada, valiente: | es tu gala y tu orgullo; cabalga victorioso por la verdad, la mansedumbre y la justicia, | tu diestra te enseñe a realizar proezas. Escúchame enseguida, Señor, | que me falta el aliento. En el peligro invoqué al Señor, | grité a mi Dios: | desde su templo él escuchó mi voz, | y mi grito llegó a sus oídos. Alabadlo, sol y luna; | alabadlo, estrellas lucientes. Toda mi vida te bendeciré | y alzaré las manos invocándote. muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, {con} pureza de doctrina, {con} dignidad, Proverbios 14:23. Todos se extravían | igualmente obstinados, | no hay uno que obre bien, | ni uno solo. Poema de David. Nos entregas como ovejas de matanza | y nos has dispersado por las naciones. Nuestro Dios es un Dios que salva, | el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. Rationalis naturae individua substantia («substancia individual de naturaleza racional») es la definición clásica de Boecio que se caracteriza por … Tú, encolerizado con tu Ungido, | lo has rechazado y desechado; has roto la alianza con tu siervo | y has profanado hasta el suelo su corona; has derribado sus murallas | y derrocado sus fortalezas; todo viandante lo saquea, | y es la burla de sus vecinos. ¿Qué significa tener dignidad? De los hijos de Coré. Él dividió en dos partes el mar Rojo: | porque es eterna su misericordia. (He) Esplendor y belleza son su obra, |(Vau) su justicia dura por siempre. Pío, obispo, siervo de los siervos de Dios, Invoqué el nombre del Señor: | «Señor, salva mi vida». Tú, Señor, no me cierres tus entrañas; | que tu misericordia y tu lealtad me guarden siempre. si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, | cuando nos asaltaban los hombres. |Del Señor es la tierra y cuanto la llena, | el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, | él la afianzó sobre los ríos. (Ayin) Practico la justicia y el derecho, | no me entregues a mis opresores; da fianza en favor de tu siervo, | que no me opriman los insolentes; mis ojos se consumen aguardando | tu salvación y tu promesa de justicia. |¡Aleluya! (Guímel) Encomienda tu camino al Señor, | confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el amanecer, | tu derecho como el mediodía. | Pues veo en la ciudad violencia y discordia: día y noche hacen la ronda sobre sus murallas; | en su recinto, crimen e injusticia; dentro de ella, calamidades; | no se apartan de su plaza | la crueldad y el engaño. Señor, tú eres mi lámpara; | Dios mío, tú alumbras mis tinieblas. | Adoradlo todos sus ángeles. |Ved qué dulzura, qué delicia, | convivir los hermanos unidos. De los manantiales sacas los ríos, | para que fluyan entre los montes; en ellos beben las fieras de los campos, | el asno salvaje apaga su sed; junto a ellos habitan las aves del cielo, | y entre las frondas se oye su canto. Pastor de Israel, escucha, | tú que guías a José como a un rebaño; | tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Todos los días discuten y planean | pensando solo en mi daño; buscan un sitio para espiarme, | acechan mis pasos | y atentan contra mi vida. Que Dios tenga piedad y nos bendiga, | ilumine su rostro sobre nosotros; (Pausa). Nada más mirar con tus ojos, | verás la paga de los malvados. El Señor reconstruye Jerusalén, | reúne a los deportados de Israel; él sana los corazones destrozados, | venda sus heridas. I, d. 23, 1, 1). Dios mío, tú conoces mi ignorancia, | no se te ocultan mis delitos. No me rechaces ahora en la vejez; | me van faltando las fuerzas, no me abandones. |El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; | me conduce hacia fuentes tranquilas. haz caso de mis gritos de auxilio, | Rey mío y Dios mío. (Sin) El Señor guarda a los que lo aman, | pero destruye a los malvados. —¿Quién puede subir al monte del Señor? Estaban enfermos por sus maldades, | por sus culpas eran afligidos; aborrecían todos los manjares, | y ya tocaban las puertas de la muerte. |(Álef) Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; | bendeciré tu nombre por siempre jamás. Apaciguó la tormenta en suave brisa, | y enmudecieron las olas del mar. Nuestro proyecto hermano Wikipedia creció tremendamente rápido en un corto período de … mírame, ten compasión de mí. Que se acuerde de todas tus ofrendas, | que le agraden tus sacrificios; (Pausa). Hace caer el hielo como migajas; | ante su helada, ¿quien resistirá? Wikilibros (es.wikibooks.org) es un proyecto de Wikimedia para crear de forma colaborativa libros de texto, tutoriales, manuales de aprendizaje y otros tipos similares de libros que no son de ficción. Y me digo: «¡Qué pena la mía! Él me protegerá en su tienda | el día del peligro; | me esconderá en lo escondido de su morada, | me alzará sobre la roca. Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte, | quién me conducirá a Edón. Pero no aceptaré un becerro de tu casa, | ni un cabrito de tus rebaños. El fondo del mar apareció, | y se vieron los cimientos del orbe, | cuando tú, Señor, lanzaste un bramido, | con tu nariz resoplando de cólera. Tú hendiste con fuerza el mar, | rompiste las cabezas del dragón marino; tú aplastaste las cabezas del Leviatán, | se lo echaste en pasto a las bestias del mar; tú alumbraste manantiales y torrentes, | tú secaste ríos inagotables. Vuelvan atrás avergonzados | los que se burlan de mí. Apartaos de mí los malvados, | porque el Señor ha escuchado mis sollozos; el Señor ha escuchado mi súplica, | el Señor ha aceptado mi oración. Mi alma está unida a ti, | y tu diestra me sostiene. persíguelos así con tu tormenta, | atérralos con tu huracán. Himno de David. Repaso los días antiguos, | recuerdo los años remotos; de noche lo pienso en mis adentros, | y meditándolo me pregunto: «¿Es que el Señor nos rechaza para siempre | y ya no volverá a favorecernos? El sacrificio agradable a Dios | es un espíritu quebrantado; | un corazón quebrantado y humillado, | tú, oh Dios, tú no lo desprecias. |Levanto mis ojos a los montes: | ¿de dónde me vendrá el auxilio? Ensanchaste el camino a mis pasos, | y no flaquearon mis tobillos. Dio curso libre a su ira: | no los salvó de la muerte, | entregó sus vidas a la peste; cuando hirió a los primogénitos en Egipto, | a las primicias de la virilidad en las tiendas de Cam. Porque el Señor ha elegido a Sión, | ha deseado vivir en ella: «Esta es mi mansión por siempre, | aquí viviré, porque la deseo. (Qof) Confía en el Señor, sigue su camino; | él te levantará a poseer la tierra, | y verás la expulsión de los malvados. Eres el más bello de los hombres, | en tus labios se derrama la gracia, | el Señor te bendice eternamente. El Señor redime a sus siervos, | no será castigado quien se acoge a él. Sean borrados del libro de los vivos, | y no sean inscritos con los justos. Él alzó la mano y juró | que los haría morir en el desierto. Sembraron campos, plantaron huertos, | recogieron cosechas. Los que aborrecen al Señor lo adularían, | y su suerte quedaría fijada; los alimentaría con flor de harina, | los saciaría con miel silvestre. Recoge, Señor, a nuestros cautivos | como los torrentes del Negueb. Poema del ezrajita Hemán. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, | reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, | ofrendas y holocaustos, | sobre tu altar se inmolarán novillos. (Jet) Los malvados desenvainan la espada, | asestan el arco, | para abatir a los pobres y humildes, | para asesinar a los honrados; pero su espada les atravesará el corazón, | sus arcos se romperán. ¡No los mates, que mi pueblo no lo olvide; | dispérsalos con tu poder, | humíllalos, Señor, escudo nuestro! Cuando Doeg, el edomita, comunicó a Saúl: «David se ha ido a la casa de Ajimélec». maravillas en la tierra de Cam, | portentos junto al mar Rojo. Porque el rey confía en el Señor, | y con la gracia del Altísimo no fracasará. Salmo; para la acción de gracias. «Sellé una alianza con mi elegido, | jurando a David, mi siervo: Te fundaré un linaje perpetuo, | edificaré tu trono para todas las edades». | Dios escucha mi voz: en paz rescata mi alma | de la guerra que me hacen, | porque son muchos contra mí. Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza | y mi confianza, Señor, desde mi juventud. Al Director. alabaré al Señor mientras viva, | tañeré para mi Dios mientras exista. Al Director. Mientras, nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, | te daremos gracias siempre, | cantaremos tus alabanzas de generación en generación. Me libraste de las contiendas de mi pueblo, | me hiciste cabeza de naciones, | un pueblo extraño fue mi vasallo: me escuchaban y me adulaban, | los extranjeros buscaban mi favor. Versículos Conceptos. Mirad: los reyes se aliaron | para atacarla juntos; pero, al verla, quedaron aterrados | y huyeron despavoridos; Allí los agarró un temblor | y dolores como de parto; como un viento del desierto, | que destroza las naves de Tarsis. Según la OMS el maltrato infantil se define como los abusos y desatenciones que reciben los menores de 18 años, incluido el maltrato físico, psicológico o sexual, que dañen su salud, desarrollo o dignidad, o bien pongan en riesgo su supervivencia.. Que viva y le traigan el oro de Arabia, | recen por él continuamente | y lo bendigan todo el día. Entraron en naves por el mar, | comerciando por las aguas inmensas. Dios mío, líbrame de la mano perversa, | del puño criminal y violento. (Sin) Observa al honrado, fíjate en el bueno: | porque el pacífico tendrá porvenir; los impíos serán totalmente aniquilados, | el porvenir de los malvados quedará truncado. Al Director. | Te acusaré, te lo echaré en cara. Baje como lluvia sobre el césped, | como llovizna que empapa la tierra. Dad gracias al Señor porque es bueno, | porque es eterna su misericordia. SUSCRÍBETE http://bit.ly/suscribirmeaeducatina¿Qué es la Dignidad Humana? Señor, escucha mis palabras, | atiende a mis gemidos. De David. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo | y caminase Israel por mi camino! No pensarán: «¡Qué bien! Escucha, hija, mira: inclina el oído, | olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: | póstrate ante él, que él es tu señor. Los hijos de Adán no son más que un soplo, | todos los hombres, una apariencia: | todos juntos en la balanza subirían | más leves que un soplo.

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